Tecnologías como el IoT, la Realidad Aumentada o la Realidad Virtual permiten mejorar la comunicación entre médicos y pacientes en centros privados y públicos.
El impacto económico de la Realidad Aumentada se multiplicará de aquí a 2026 hasta alcanzar los 36.260 millones de dólares a nivel mundial solo para móvil.
Las pruebas médicas para obtener un diagnóstico cuentan en la tecnología con una aliada de presente y futuro.