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¿Cómo mejorar con tecnología la atención médica en zonas remotas?

  • Publicado en 11 de julio de 2023
  • Tiempo estimado de lectura 4 minutos
atención médica en zonas remotas con

En los últimos años hemos visto tecnologías como la impresión 3D, el IoT o el Big Data han conseguido interesantes desarrollos y soluciones en la ciencia médica. No obstante, el progreso no queda ahí, puesto que también han contribuido a hacer más accesible la atención médica en zonas remotas.

En zonas especialmente despobladas o que se encuentran aisladas a kilómetros de otros asentamientos, la falta de asistencia médica es problema de alcance. En los últimos años y acentuándose tras la pandemia, han sido numerosos los investigadores que han trabajado para buscar soluciones a esta problemática.

En resumen:

  • La tecnología está ayudando a hacer más accesible la atención médica en zonas remotas o aisladas de todo el problema.
  • En España, la telemedicina está siendo usada para reducir las desigualdades de acceso a la sanidad entre zonas urbanas y rurales.
  • El perfil medio del paciente de la telemedicina en España es el de una mujer de entre 35 y 40 años
  • Las consultas remotas son solamente una de las prácticas que la tecnología permite en estas zonas despobladas, permitiendo cada día más aplicaciones diferentes.

El contexto en España


Desde hace varios años en España se viene hablando del fenómeno de la España Vaciada. Estos núcleos rurales de 23 provincias del país tienen dificultades para acceder a servicios básicos como la electricidad, internet, sanidad o banca presencial a causa de la despoblación experimentada en los últimos años.

Esta situación de aislamiento tanto físico como asistencial hace que no solamente estas personas reciban peores tratamientos y un menor seguimiento de sus casos, sino que incide en su salud mental. Un informe del Ministerio de Sanidad alerta del elevado consumo de psicofármacos en las localidades de menos de 10.000 habitantes, así como de una tasa de suicidios superior a la del resto del país.

El libro blanco ‘El reto de reducir las desigualdades en salud en España’ de Bristol Myers Squibb y la Fundación SERES apunta que España está en la posición 26 de 28 dentro de la UE en lo que a igualdad de acceso a la salud se refiere. Entre las razones que explican este ranking están “la territorialidad y la despoblación de los pueblos”, convirtiendo a las personas de estas zonas en especialmente vulnerables.

Aunque desde las plataformas en defensa de estas zonas se apuesta por la creación del sanitario rural y por un aumento del personal en estas áreas, la solución podría estar en la tecnología.

El perfil del usuario en la España Vaciada

Un estudio de TopDoctors ha creado el perfil medio del usuario de telemedicina en la España Vacía. Según el informe, el 63% de los usuarios son mujeres y destaca el uso de este servicio en la franja de edad entre 35 y 40 años.

El mismo ensayo subraya las dificultades que existen en estas zonas en lo que respecta al acceso a especialistas. Asimismo, también pone de manifiesto que, en estas áreas, el 43% de los usuarios debe desplazarse a una localidad diferente a aquella en la que reside, obligando así a su desplazamiento.

Telemedicina, ¿una solución a largo plazo?


Entendemos por telemedicina a la prestación de servicios médicos a través de las TIC. Médico y paciente se encuentran en diferentes espacios físicos y se comunican entre sí mediante videollamadas, llamadas telefónicas, emails o mensajes.

Aunque antes de 2020 ya se practicaba, durante la pandemia este método asistencial tuvo su gran despliegue por razones obvias. Desde entonces, esta forma de atención médica se ha combinado con la medicina presencial, ya que muchas comunidades autónomas siguen permitiendo la cita telefónica a sus usuarios.

Al contrario de lo que se podría pensar, la telemedicina no se limita a las consultas de forma remota. Hoy en día es posible hacer cirugías a distancia y en tiempo real con la misma precisión que de forma totalmente presencial. No obstante, son necesarias ciertas infraestructuras, estándares y protocolos para garantizar el éxito de estos procesos.

Algunos ven en la telemedicina una forma de dar respuesta a las necesidades de los usuarios ubicados en zonas remotas o incomunicadas. Otros, por contra, consideran que no es suficiente y que son necesarios más recursos para proveer de instalaciones y profesionales a estas áreas.

Pros y contras de la telemedicina

La asistencia remota a pacientes tiene una serie de ventajas e inconvenientes que han quedado demostrados tras años de práctica. Entre los beneficios que presenta esta forma de asistencia, están:

  • Accesibilidad. Pacientes ubicados en zonas remotas y/o con problemas de movilidad pueden acceder a servicios de atención médica desde sus propios domicilios gracias a las TIC. Asimismo, limita este tipo de barreras también para el personal sanitario, que puede participar de procesos que se realizan a kilómetros del lugar en el que se ubican.
  • Uso de menos recursos. Los usuarios no deben desplazarse para acceder a estos servicios, algo que deriva en un ahorro de tiempo y dinero para estos.
  • Eficiencia. La telemedicina permite a los facultativos atender a más pacientes en un mismo periodo de tiempo, haciendo así también que las listas de espera se reduzcan.
  • Comodidad. La espera para ser atendidos se realiza desde el domicilio, no en el centro médico en el que ejerce el profesional. De esta forma, también se reduce la posibilidad de contagio de ciertas enfermedades de fácil propagación.
  • Calidad. Gracias a la telemedicina, los profesionales de la salud pueden llevar a cabo un seguimiento más cercano de sus pacientes.

Por otro lado, los inconvenientes que tanto usuarios como facultativos señalan sobre este tipo de asistencia médica son:

  • Contacto. Esta forma de atención médica no permite un examen físico completo, por lo que en ocasiones los diagnósticos no son todo lo precisos que podría esperarse.
  • Limitaciones tecnológicas. El hecho de que la tecnología sea imprescindible para la telemedicina puede ser un problema. Los propios dispositivos que se usen o la conexión pueden fallar durante el proceso.

En esta misma línea, en áreas remotas o aisladas no se cuenta en muchas ocasiones con las infraestructuras que puedan garantizar la asistencia médica remota.

  • Privacidad y seguridad. La transmisión de datos médicos a través de internet debe realizarse de forma segura y mediante unos protocolos que garanticen la privacidad del paciente. Aunque normalmente esta información es confidencial, no deja de ser susceptible de poder ser interceptada por terceros.
  • Leyes y deontología. La telemedicina debe someterse a las leyes que rigen en cada zona, así como a los códigos deontológicos de la profesión. Por defecto, se consideran las mismas normas y comportamientos éticos que para el ejercicio de la medicina presencial, no teniendo en cuenta la especificidad de estas prácticas remotas.
  • Capacitación técnica. Tanto profesionales como usuarios pueden no tener los conocimientos necesarios para operar con los dispositivos y la tecnología que requiere la telemedicina.

Todas estas ideas permiten tener una visión de conjunto sobre las posibilidades que ofrece esta forma de atención médica, así como los retos más inmediatos a superar.

Wearables e IoT


Una tecnología que está destacando en este escenario es el IoT y más en concreto los wearables. La permanente generación de datos, su análisis, así como la conexión a internet de estos dispositivos están marcando un valor diferencial en la salud de las personas que viven en zonas aisladas.

Los relojes inteligentes y el resto de las tecnologías similares, recogen una serie de datos sobre la salud de los usuarios que son de una utilidad muy valiosa para ser interpretados por los facultativos. Esta información, correctamente analizada, no solo sirve para identificar posibles dolencias, sino también para ajustar correctamente el tratamiento.

En zonas aisladas, estas tecnologías pueden aportar un valor diferencial. La monitorización constante elimina esas barreras físicas que tienen las personas que habitan en estos lugares, evitando, también así, desplazamientos innecesarios.

La monitorización de la actividad física, el control de la frecuencia cardiaca, el seguimiento de la alimentación y el registro de las horas de sueño son solo algunos de los indicadores que se pueden registrar mediante estos dispositivos.

Tecnología al servicio del ciudadano


La dificultad de acceso a la atención médica en áreas aisladas es un problema de gran alcance. En el caso concreto de España, la despoblación en ciertas áreas ha agravado la situación. Aunque la tecnología pueda mitigar esta problemática, lo cierto es que algunos sectores siguen siendo reticentes a ellas, abogando por aumentar el personal médico en la España Vaciada.

Aunque tradicionalmente se asocia el concepto de telemedicina con las consultas remotas, lo cierto es que va mucho más allá. Hoy en día es posible realizar cirugías de cierta dificultad sin necesidad de que todo el equipo médico esté en la misma sala de operaciones.

Categoría Salud

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